En esta temporada decembrina se incrementa el riesgo de sufrir algún percance vial, por lo que la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado recomiendan a la población que va a viajar por carretera, que tome en cuenta las siguientes precauciones:
Verificar los sistemas de seguridad del vehículo, como seguros y alarmas, uso del cinturón de seguridad, no solo para piloto y copiloto, sino para todas y todos los pasajeros que viajan en asientos traseros.
Las y los niños se deben ubicar en el asiento trasero del vehículo con el cinturón de seguridad y si son menores de cinco años, deben ir en sillas porta infante.
El buen estado de las llantas y la presión adecuada son indispensables, además de ajustar la velocidad a las condiciones del camino, del clima y del tránsito.
De igual forma, el conductor debe descansar bien antes de hacer el viaje y procurar hacer paradas cada dos o tres horas para estirar las piernas, respirar aire puro y despejarse.
No ingerir bebidas alcohólicas ni mucho menos manejar en estado de ebriedad, cansado o desvelado, tampoco que consuma alimentos pesados porque puede provocar sueño.
Hay que respetar los límites de velocidad y no hacer uso del teléfono celular mientras se conduce un vehículo, motocicleta o bicicleta.
Igualmente, llevar una mochila con lámpara, agua, botiquín y radio portátil e identificar los espacios de atención médica, primeros auxilios o salvavidas cercanas al lugar de esparcimiento, y, de ser posible, tener a la mano la cartilla de salud.
Quienes viajan en motocicleta o en bicicleta, deben usar casco y evitar distractores al conducir, como el teléfono celular, pantallas de televisión y música a alto volumen, no tratar de ganar el paso a los automovilistas ni a los camiones, no transitar sobre la acera peatonal y respetar las señales.
En México, los accidentes de tránsito son la séptima causa de muerte en la población en general y la primera en el grupo de 15 y 29 años de edad. En 2017 fallecieron más de 15 mil personas por esta causa, y se calcula una tasa de 12.8 fallecimientos por cada 100 mil habitantes.
Cabe señalar que los servicios de urgencias de la Secretaría de Salud, del IMSS y del Issste se encuentran abiertos los 365 días del año y cuentan con personal capacitado e insumos suficientes para atender cualquier tipo de emergencia médica o accidente.