Con la intención de sacar adelante a su hija sin tener que salir de casa y descuidarla y, ante las nulas oportunidades de empleo debido a la pandemia por Covid-19, es que en 2020, Ana Laura Cárdenas Paniagua decidió emprender el negocio de la venta de botanas de mariscos al estilo Michoacán de donde es originaria.
"No tengo mucha familia aquí ya que soy de Michoacán y a vender, vamos a vender botanas, aguachile, ceviche / y le agregamos mi toque y ya conforme pasó el tiempo conocí a mi marido y él aportó ideas, fuimos avanzando, creando nuevos sabores, nuevas especialidades".
Al principio vendían los mariscos por línea, con el tiempo y la demanda que empezaron a tener montaron su puesto en un tablón sobre avenida Almolonia de la colonia Villa Izcalli del municipio de Villa de Álvarez.
Fue hace apenas tres meses que, tras mucho esfuerzo y dedicación, se instalaron formalmente en un local.
"Nos ponemos a vender en la calle a ver qué y pues gracias a Dios ha sido un buen emprendimiento/hemos tenido días muy malos, días muy buenos pero al final del día son vivencias, experiencias que uno dice, aguántale tantito mañana será otro día".
Cárdenas Paniagua señala que el secreto ha sido hacer las cosas con amor y dedicación, ponerle su propio toque a cada alimento que elabora y sobre todo, tratar bien al cliente, pues son estos pequeños detalles que hacen que las personas se vayan contentas y decidan regresar.
"Si haces lo que te gusta vas a llorar, te vas a caer pero te vas a levantar porque es algo que tú quieres/te pones a estudiar, a investigar a saber cómo le puedes llegar a más gente y empiezas a ver esos frutos".