En el estado de Colima de acuerdo con el Instituto del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (IMADES), existe alrededor de 100 fábricas de ladrillos que operan de manera artesanal en los municipios de Armería, Tecomán, Comala, Villa de Álvarez y Manzanillo, cuyo trabajo es netamente artesanal y genera contaminantes al aire y enfermedades respiratorias para quienes laboran y en este oficio y viven alrededor de los hornos de cocción de los ladrillos.
"Estamos produciendo principalmente bióxido de carbono y partículas suspendidas que son dos elementos que afectan las vías respiratorias luego los lleva a una enfermedad crónica que con el tiempo puede producir un problema mayor a veces es raro, pero se presenta enfisema pulmonar".
Patricia Ruiz Montero, titular del IMADES explicó que el uso de estopa de coco, maderas y en algunos casos llantas de automóviles para mantener encendidos los hornos ladrilleros están generando contaminantes, pero desgraciadamente no hay una norma para regularlos o sancionarlos.
"No les aplica una norma de emisión, entonces lo que tratamos es de regular el impacto y tratar que utilicen materiales o combustibles menos impactantes, no hemos sancionado, los hemos reubicado, hemos buscado mejores lugares junto con el ayuntamiento que es básico".