A cincuenta minutos de la capital colimense en la comunidad de Colomo en el municipio de Coquimatlán funciona con gran auge desde hace 18 meses, una gran acuícola de ranas tipo toro, cuya carne es apreciada para el consumo humano por sus propiedades, lo mismo se cocina en caldo, asada que frita.
Ha sido tanto su aceptación en el mercado local e internacional que ya duplicaron su volumen y actualmente produce nueve o diez toneladas cada ciclo, es decir que puede producir hasta 30 toneladas al año.
El proyecto es tipo invernadero en donde tienen 27 mil crías de rana.
"En el macho la parte del pecho es más amarilla y la placa auditiva es más amplia y en la hembra es más pequeña la placa auditiva y en hembra es blanco".
Así las colocan en las pilas con agua, que se lavan diariamente y se le suministra alimento hecho a base de trucha, para que indiquen cuando están listas para reproducirse, por lo tanto, la pareja debe ir a un estanque sola de lo contrario los machos entran en conflicto, se muerden y se pueden arrancar las extremidades.
"y la pareja que observamos que está abrazando a la hembra los separamos en una pila a ellos solos y por la presión que hace en su panza la hembra suelta los huevos y el macho los va fecundando
Se hace una telita en la superficie y a los tres días empiezan a salir los renacuajos pequeñitos y de ahí a que salga la ranita dura entre dos y medio a tres meses".
Una vez que nacen los renacuajos, sueltan la cola y se convierten en rana, entonces se separan en lotes y tardar cuatro meses en crecer y salir a la venta ya sea para consumo humano o para investigación en las universidades de Estados Unidos y Canadá.
