Luis y Flora son una pareja de adultos mayores con más de 50 años cosechando y vendiendo pitayas. Cada año, entre los últimos de abril a junio, casi todos los días asisten al centro de Colima a venderlas en la esquina de las calles Filomeno Medina e Ignacio Zaragoza.
"En cuanto amanece, esas son cortadas de ahorita en la mañana, yo las corto, todos los días yo las corto, solo yo las corto. ¿Cuántas corta todos los días? Pues ahorita estoy cortando un poco más de 100, 120 por ahí, 130".
Gracias a las pitayas y a los guamúchiles, Luis comparte que lograron construir su casita en la comunidad de Las Guásimas, del municipio de Colima.
"Eso de las pitayas ella, porque ella sí es de ahí; ella me dijo, el primer año que te ayudes de ahí compramos una corrida, comprábamos 500, ellas las pelaba y yo las trataba pero las vendíamos allá a una señora" / "Ya ahorita no, ahorita yo ya sembré esos pitayos, te estoy hablando de hace unos 25 años o 20 que los sembré"
Mientras Flora vende, Luis la espera a unos metros, recargado en una caseta telefónica. Ambos están orgullosos de la familia que conformaron junto a sus siete hijas e hijos.
"Ella es de las Guásimas, yo soy de Michoacán pero de chiquillo me vine de allá" / "Me di de alta en el 25 batallón, ahí duré como 6 años y luego fue cuando me junté con ella, más bien me la robé y hemos estado, ya tenemos como 55 años viviendo los dos juntos".
Don Luis comparte que mientras pueda, seguirá cortando guámuciles y pitayas , y acompañará a su esposa a venderlas.
"Como le digo yo, nosotros traemos pura calidad, fíjese en el guamúchil que traemos, fíjese en otro lado si están iguales, nosotros traemos, si yo sembré puro, pura cosa buena"