La disponibilidad de tiempo, es el principal motivo por el que Carlos Alberto Pérez decidió estudiar una segunda carrera profesional en una Universidad privada. Calificó como incorrecta la percepción que se tiene de estas instituciones de solo ser receptoras de rechazados, pues aseguró que hay escuelas privadas con nivel académico alto y se adaptan a las necesidades económicas del alumnado.
"Yo me pude encontrar con maestros que han vivido la práctica de los oficios y eso en el momento de formación ha sido muy bueno para nosotros porque hablamos sobre cosas reales, contrario en las universidades públicas, sea cual sea, te encuentras con maestros que tienen mucha experiencia en la academia, en la teoría, pero tienen muy poco bagaje en la práctica.
Carlos está a pocos días de egresar como Ingeniero en Gestión Empresarial, tomando clases sólo los días domingo y pagando un costo mensual de 1400 pesos. Reconoce que a veces fue complicado cubrir la mensualidad, pero también admite que el sacrificio le da más valor a terminar la carrera con mayor aprovechamiento académico.
"Tengo compañeros que son gerentes que tal vez les faltaba un título, decidieron entrar a una universidad particular para acabar y cumplir ese requerimiento, pero en la vida tienen una formación y son muy exitosos, y es la ventaja de encontrarte con estos grupos que no te brinda la universidad pública porque están saturados de jóvenes que tienen una primera oportunidad".
Consideró que, lamentablemente, muchos jóvenes no aprovechan la oportunidad que tienen en una universidad pública y la ven como algo pasajero en sus vidas y no como un momento definitivo en sus aspiraciones profesionales.