Por varios años Vanessa y Arcelia se han dedicado a la venta de agua de coco a un costado de la carretera hacia Coquimatlán, a la altura de la colonia El Cortijo, en Villa de Álvarez. Además de que es refrescante, reconocen que muchos de sus clientes buscan el líquido de la fruta como remedio casero.
"Muchos vienen que porque están enfermos de los riñones, algo así y que lo toman, que porque se los recomendaron y vienen y toman también; que cuando salen de las quimios también vienen que porque no pueden comer nada más, que se vomitan algo así, vienen por el agua de coco", expreso Vanessa Jiménez.
Arcelia es quien no para de trabajar, con su gran experiencia en el manejo del machete corta cada uno de los cocos para extraer el agua. Comparten que esta fruta la surten de varios huertos de los municipios de Tecomán, Armería y Coquimatlán.
"Sí, generalmente pues son clientes de años de cuando ella iba empezando. Buscan más el agua con, de coco pero ya preparada con hielo, el calor ya ves y mucha comida de coco"
Después de tantos años, admiten que hay temporadas buenas y malas, pues recuerdan que cuando surgió y repuntó la enfermedad del chikungunya se buscó mucho la fruta por su agua.
El puesto es común observarlo entre las 9:00 de la mañana y 4:00 de la tarde. Señalan que la hora pico de venta es después del mediodía porque el calor es más intenso y el agua es un buen hidratante para el cuerpo, sin embargo la fruta también es un buen alimento.
"Muchos vienen a buscar, este, el coco, nada más por el chilito porque se les antoja, ya cuando lo prepara ya se nos antoja a nosotros también", indicó.