Para algunos sonó como una explosión, otros lo describieron como un trueno o hasta lo describieron como un animal muy grande que pasó por encima de los techos de las casas.
Así fue como algunos colimenses percibieron el estruendo generado durante el sismo de este sábado 1 de agosto, de magnitud 4.2 con epicentro a 5 kilómetros al norte de Coquimatlán. ¿Pero qué fue lo que originó este sonido?
Raúl Arámbula, director del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos de la Universidad de Colima, señala que este, es fenómeno natural.
"Es algo totalmente normal, no es la primera vez que se reporta que se escuchan sonidos y básicamente lo que ocurre es que hay un rompimiento en la corteza terrestre, se rompe la roca y al romperse esa roca se generan diferentes tipos de ondas".
El rompimiento de la corteza terrestre puede liberar energías térmica, elástica y acústica; la segunda es la que percibimos como sismos, y la tercera puede ser detectada por nuestro oído siempre y cuando haya condiciones de ubicación y profundidad.
En este caso, el sismo del sábado tuvo epicentro cerca de zonas poblacionales y fue a baja profundidad.
"El sismo fue localizado a una profundidad de 7 kilómetros, es un sismo muy somero, poco profundo, eso hace que estas altas frecuencias puedan ser escuchadas, si ese sismo ocurriera a mayor profundidad, probablemente ya no se escucharían esas ondas sísmicas"
Se estima que la ruptura en la corteza terrestre por este sismo, con epicentro en Coquimatlán, fue de entre 200 y 300 metros lineales; las altas frecuencias, conocidas como ondas P, fueron reportadas por habitantes de Coquimatlán, Villa de Álvarez y Colima.