Existe un gran rezago en materia educativa sobre la atención que ofrece el sector público (Secretaría de Educación) y áreas particulares a las personas con autismo, advirtió Andrés Hernández, terapeuta, especialista en el tema.
Se estima que en el país, 1 de cada 160 niños tienen autismo.
"Es necesario que hablemos de inclusión, no como un hecho propiamente que vaya a paliar o ayudar a solucionar el problema, es necesario que la gente o los maestros que están encargados de dar educación se capaciten que sí también se humanicen y sensibilicen hacia los padres y hacia las personas que tienen autismo, hace falta mucho, hace falta preparación / es importante que ellos sepan que no van a desarrollar los aprendizajes esperados como un niño neurotípico para ello es necesario algunas adecuaciones".
El especialista reiteró que, el que la Secretaría de Educación cuente con una estrategia para atención de personas con autismo, no significa que en verdad está funcionando.
"Sí debe haber esa plataforma o infraestructura que apoye en la secretaría de educación pública, pero, por mi experiencia cómo que a veces dices, oye, en dónde está esa plataforma".
Entre tanto, señaló que la atención de las personas con esta condición de vida, se ha vuelto compleja durante la pandemia, pues en la mayoría de ocasiones, las personas con autismo quedan en manos de los especialistas.
"En ocasiones los papás tampoco se quieren interiorizar para conocer sobre el tema, vamos a hablar de acuerdo a mi experiencia, estamos hablando que en proporción de la gente que yo he atendido, un 60% de papás desconocen con certeza qué es lo que tienen que hacer, lo dejan en manos de los terapeutas o de los docentes o de terceros por así llamarlos y no dar nombres y pues se atienen a este personaje que los va a yudar o ayuda al niño".
Indicó que cuando existe una persona con autismo en la familia, todos se tienen que involucrar en el tema, por ello, en tiempos de Covid, es importante tener un médico de cabecera que pueda ayudar a resolver los temas en materia de salud, que se generen hábitos y horarios específicos para que las personas con autismo tengan tranquilidad y certidumbre, la actividad física e implementación de diversas actividades al interior o exterior de casa, cuidando las medidas sanitarias, son muy importantes, pues el confinamiento social altera el ánimo de las personas con esta condición, advirtió Hernández.