En la calle León Felipe casi en esquina con Octavio Colmenares de la colonia Real Vista Hermosa, al norte de la ciudad de Colima, reina un silencio y hermetismo total. Seis elementos de la Guardia Nacional y dos de la Policía Estatal, resguardan el domicilio con el número 346, donde el pasado martes 16 de junio asesinaron al Juez de Control Federal con sede en Colima, Uriel Villegas Ortiz, y su esposa.
"Da miedo", dice uno de los albañiles que trabaja en la casa de a lado, al observar a los integrantes de la Guardia Nacional fuertemente armados y resguardando el domicilio. "Para nada, amigo, es más seguridad, responde uno de los policías estatales".
Frente a la vivienda de color blanco y gris, todavía hay una gran cantidad de pequeños trozos de vidrio que hacen volar la imaginación y recrear lo que pudo suceder en el interior de la casa. En contrastes con las otras viviendas de la misma León Felipe, la del el número 346 es la única que no tiene un portón, barda o rejilla que pudiera haber funcionado como primera barrera de protección a la víctimas de este crimen que dejó a dos niñas, una de 3 y otra 7 en la orfandad.
Ha trascendido que las menores fueron entregadas por funcionarios de la Comisión de Víctimas del Estado a familiares cercanos de Villegas Ortiz, además de que peritos de la Fiscalía General de la República realizaron la autopsia a los cuerpos de las dos personas fallecidas, en las instalaciones del Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado de Colima.
Así también, cabe destacar que serían tres versiones las que se están analizando sobre cómo ocurrieron los hechos de violencia en este domicilio marcado con el número 346, pues poco se sabe, ya que vecinos solo han especificado que se escucharon fuertes detonaciones de armas de fuego.