El caso de Juan Carlos Rivera
"Se fue bien y todo, contento. Ya cuando llegó de allá, se sentía mareado, vomitándose, y ya mucho escalofrío, sude y sude, bien mojado como si se haya mojado y de ahí pal real, mal, no quería comer, vomitándose, no comía ya, ya no iba ni al baño".
Así fue la hermana de Juan Carlos Rivera Torres, quien da su testimonio en el anonimato, recuerda a su hermano salir del Centro Estatal de Hemodiálisis de Colima el pasado 13 de julio del 2020.
Ese día su hermano gozaba de buena salud antes de recibir tratamiento en el Centro Estatal de Hemodiálisis, pero al salir, su salud empeoró gravemente y sóplo vivió tres días más.
Su familia no se explicaba lo ocurrido, Juan Carlos recibía tratamiento en el Centro Estatal de Hemodiálisis desde enero del 2019 sin efectos adversos; pero esta vez, en la última sesión, su salud agravó estrepitosamente.
Su muerte ocurrió apenas unos días después, cuando lo atendían en el Hospital Regional Universitario y tuvo que quedarse sólo mientras su madre resolvía las carencias del Hospital.
"A mi amá la mandaron que a traer medicina y cuando llegó mi mamá a la casa para conseguir dinero para la medicina, le hablaron que se fuera rápido porque mi hermano había fallecido, yo digo la verdad no sé qué pasaría con mi hermano".
Ni la madre ni los hermanos de Juan Carlos pudieron ver el cuerpo sin vida, pues les informaron que era sospechoso de Covid-19 y por protocolo, no podían tener contacto con él. Aproximadamente una semana después de cremarlo, les informaron que el resultado de la prueba, era negativa.