La familia Llerenas se dedica a la fabricación de estufas, asadores y artículos del hogar al gusto del cliente desde hace diez años.
Gabriela Guadalupe Llerenas Martínez, hija de Martín Llerenas Barbosa, señaló que lo que comenzó como una necesidad momentánea hoy es el negocio familiar que ha ido creciendo.
"Cuando mi papá empieza a trabajar en una empresa llega el momento en que lo corren y él ya tenía preparado su taller, cuando el empieza mi familia son de reuniones y hace una estufa para nosotros, ahí comenzó todo que el vecino, la familia todos empiezan a preguntar en dónde compró la estufa y poco a poco y es donde empieza a fabricar para la venta".
"En este taller se realiza torno y soldadura y nos especializamos en/trabajos pesados como retroexcavadoras, volteos, se hacen portones, puertas, carritos taqueros, estufas, braceros, se venden casos aunque no los hacemos aquí los podemos conseguir, cosas para la cocina y cualquier cosa que se le venga a la mente".
De acuerdo con la joven, lo que distingue al negocio familiar es la creatividad de Martín, pues lo que le piden lo elabora e incluso perfecciona las ideas que el cliente traiga sobre el artículo que requiere.
"Llega gente que no tiene idea de lo que quiere y mi papá es el que les ayuda se especializa eso, cubre su necesidad por completo/digamos que llega un cliente que ocupa una estufa pero para ollas y él se las averigua, hizo una máquina de nuez de macadamia para quebrar un 80 por ciento para que saliera entera".
"Gaby" como le llaman sus seres queridos, comenzó a trabajar con su padre desde muy pequeña, quien asegura que la mejor herencia que su padre les dejará cuando ya no esté es el trabajo, así como el amor y dedicación por lo que hacen.
"Primero empecé yo, después mi hermano y al ultimo mi mamá, ella se encargaba de las compras, de los materiales, de la materia prima, estamos toda la familia/a parte de la contabilidad a veces les pasó herramienta, a soportar fierros ahí los apoyo".
La familia Llerenas comenzó el negocio en el municipio de Comala, sin embargo, por azares de la vida tuvieron que desplazarse a Villa de Álvarez. Hoy reciben pedidos de varios estados del país, e incluso fabrican muebles para una empresa reconocida.
"Aquí la gente nos ha ubicado, mi papá conoce mucha gente de Comala y nos recomiendan por los trabajos, a nosotros lo que nos interesa es que el cliente se vaya satisfecho/tenemos contacto de una empresa que nos dicen ocupamos tantas cosas y nos las mandan y así nos manejamos con ellos".
"Ha venido gente de fuera a buscarlo para que les haga una máquina y él se aventó casi un mes ideando cómo iba a hacer esa máquina y como hijos nos llena de orgullo para salir adelante".