Las muertes de turistas por ahogamiento en el mar, ocurren mayoritariamente en zonas donde hay palapas, restaurantes u hoteles, pues es ahí donde se concentra la presencia de turistas que terminan ingresando a la zona de oleaje.
Ricardo Ursúa, director de la Unidad estatal de Protección Civil, señala lo anterior como principal indicador de que es la Federación la que debe mejorar la vigilancia en zona de playa, pues es esta autoridad la que otorga las concesiones a los establecimientos que atraen al turismo.
"Así como se observan cuestiones de impacto ambiental y otra índole, también debe de contemplar medidas que permitan generar certeza sobre la gente. que va a ingresar y que evidentemente va a ese establecimiento porque ofrece un servicio, y tenemos el claro ejemplo de muchos lugares donde no hay actividad turística ni de servicios, y no hay gente bañándose".
Durante el pasado fin de semana largo, dos turistas mexicanos fallecieron ahogados en playa Cuyutlán, en el municipio de Armería, a pesar de que ahí estaban asignados guardavidas estatales.
Protección Civil estatal cuenta con 16 guardavidas que laboran normalmente en los tres municipios costeros: 4 en Tecomán, 6 en Armería y 6 más en Manzanillo.
En tanto, los municipios contratan guardavidas dependiendo de su presupuesto, Armería, por ejemplo, no tiene actualmente guardavidas municipales.
"Evidentemente se hace necesario el contar con más guardavidas, en ese sentido lo he manifestado en otras ocasiones, es insuficiente, pero esta es una responsabilidad que tiene el Estado mexicano conjuntamente con los particulares", añadió.
Ursúa Moctezuma señala que se ha buscado diálogo con la Semarnat, quien otorga las concesiones en comercios a pie de playa, para lograr una reglamentación que involucre a prestadores de servicios turísticos.
"Es una situación que la federación como tutelar de esta concesión, deberá de definir".
"Estamos haciendo sinergia con las autoridades federales para atacar el problema de forma integral y no es algo exclusivo o privativo de un solo orden de gobierno".
Se apela también, subrayó, a la responsabilidad que debe tener el turismo de no ingresar al mar en zonas con banderola roja, en estado de ebriedad o sin saber nadar.