A través de su lente, Salvador Jacobo Espíritu capta los momentos de fervor guadalupano a un costado de la Catedral Basílica Menor de Colima.
Lleva 32 años desempeñando esta actividad que, más allá de un empleo, se trata de una tradición familiar.
"Antes de que viniera yo venían otros compañeros y al final dejaron y empezamos yo creo hace como 40 años/en aquel tiempo no había este tipo de cámaras había instantáneas y ya hace un tiempo lo de rollo y ya ahorita es la digital y antes iba uno a domicilio andar vuelta y vuelta y era un show".
Ahora, la tecnología les permite entregar las fotografías al instante a la vez que prestan un servicio de calidad a chicos y grandes, quienes llegan con la intención de fotografiarse con la Virgen de Guadalupe.
Aunque es la misma tecnología la que les ha quitado al menos el 70 por ciento de su trabajo.
"Ya ve que todos traen celulares y toman fotos y ha bajado/no había tanta competencia y uno imprimía y la cosa era más sólida".
Jacobo Espíritu tiene fe en que esta año será de buenas ventas para todos, pues después de la pandemia, la gente está contenta de poder salir y disfrutar de estos eventos religiosos.