"Mi nombre es Gabriel, trabajo en el corte de caña en Colima, Quesería".
Entre los cultivos de caña desde el amanecer, así ha sido para Gabriel desde hace 7 años.
"Llego y agarro mi machete y le doy una afilada pa? empezar y pues empiezo pues cortando la caña".
Un joven que viaja desde Chilpancingo Guerrero, originario del municipio de Mártir de Cuilapan ubicado sobre el cauce del Río Balsas; en temporadas de corte habita en las galeras para jornaleros en Cuauhtémoc, Colima.
"Para mí fue como emocionante porque aquí fue mi niñez, yo soy de Guerrero pero nací aquí y pues la mayoría de mi infancia me la pasé aquí y allá de 6 años me fui pa allá y regresé a los 11".
El trabajo agrícola es uno de los más duros. La temperatura, la humedad y la luminosidad son los principales factores climáticos que controlan el desarrollo de la caña, los jornaleros deben proteger su piel, sus manos, su rostro.
"De los más pesados que hay, porque como aquí pues la gente por decir si uno corta 20 tongas ya saca su cuenta en cuánto se las están pagando".
Por las carreteras ya se pueden observar los grandes camiones cargados de caña cortada que abastece al ingenio de Quesería, en donde se produce el azúcar.
Así es la zafra para Gabriel. Es poner los pies y manos en marcha en aquellos potreros o sembradíos de cañas, un trabajo que ha aprendido de generación en generación.
"Pues porque allá no se dan las oportunidades como aquí, porque allá por decir si aquí se paga el día en 300 hasta la 1 allá se paga en 250 pero de 6 a 6 y pues no nos conviene y nos venimos pa acá".