Tras las festividades de fin de año, el alto consumo de alimentos ricos en carbohidratos, grasas saturadas y ricos en azucares fue una constante, aspecto que elevó a niveles mayores a los que necesitamos, la ingesta calorica, ante ellos los gimnasios en este inicio de año se encuentran abarrotados, en aras de cumplir con los propósitos de fin de año, no obstante, estos establecimientos, pueden ser un foco de infección del COVID-19 ante la concurrencia de personas, por lo que es necesario que los asistentes, apliquen las medidas sanitarias correspondientes