Un aroma que se percibe desde lejos y un sabor inconfundible, es el de las gorditas de nata, ese pan que se le conoce como de feria porque se vende en las fiestas más populares de una región y viaja a la par de una tradición generacional, como la de la familia de Mayrelis Muñoz, quienes desde hace más de 20 años se instalan en la Feria de todos los Santos.
"Desde chiquita me han traído a las ferias, desde bebé aquí he venido cuando no estudiaba / es extraordinario porque conoces gente, diferente comida a la que estás acostumbrado en tu pueblo, la verdad si es cansado pero disfrutas de tradiciones, costumbres y diferentes cosas".
Esta familia de panaderos recorren más de 12 estados de la República ofertando el sabor del pan tradicional de Tlaxcala. Ellos llegaron el pasado 26 de octubre cargando con hornos industriales, moldes, materia prima, entre otras cosas que les permiten hornear este exquisito postre.
"El origen en si es el pan de fiesta, es de Tlaxcala, se hace aquí pero su nación es de la cuna de San Juan es allá donde se hace el pan y toda esta comida que traemos es de allá y de las gorditas de nata también ya llevan tiempito".
"El proceso de elaboración comienza cuando ponemos los ingredientes en una revolvedora donde amasa todos los ingredientes está en líquido y después se vuelve masa, sacan la masa, la pesan y empiezan a cortarla y hacer bolitas, pasa su tiempo y las empiezan a aplastar con un rodillo de madera hasta darle un aproximado de este tamaño esperan a que repose tantito y las empiezan a coser".
Para Mayrelis es un orgullo trabajar junto a sus padres y describe que no hay emoción más grande que ver como las familias colimenses año con año buscan comprar este pan de feria.
"Representa mi vida porque de esto vivo, de esto como y es algo tradicional de la familia y que nos representa cada vez en cada diferente estado y la verdad se siente bien que en cada estado vayas y te digan ya vinieron los del pan".