Para las personas que habitan en el primer cuadro de la ciudad de Colima, el crecimiento comercial de la calle Madero ha generado diversos problemas principalmente que lleguen más delincuentes, coincidieron mujeres que viven en esta área de la capital colimense
"Si nos afecta en la cuestión del estacionamiento porque a veces no hay lugar en donde meterse y hasta los mismos estacionamientos públicos no tienen espacio y luego la inseguridad que se presenta aquí en el centro después de que los negocios cierran pues hay muchos delincuentes que ven la menor provocación para asaltarte, de hecho vivo junto a un baldío y es un foco de puros malandrines que se meten a consumir drogas, alcohol y a veces hasta sexo tienen ahí.
"Hay mucha ratería, se roban las cosas que pueden, no se da uno cuenta y se roban las cosas ¿ está de acuerdo en que haya crecido tanto la ciudad? no por lo mismo como hay mucho comercio hay mucho ratero".
Para la señora Olivia Salas, el incremento de la actividad económica también ha provocado basura y contaminación a todas horas del día en el centro, por lo que es frecuente encontrar latas, envases, colillas de cigarro y envolturas de papas, galletas y si es noche bebidas alcohólicas de los bares y restaurantes que han abierto en la zona.
"Nos ha afectado en todo en las ventas muchísimo en todo, ¿ la falta de estacionamientos que implica? en el estacionamiento yo no sé porque todo mundo quiere meterse hasta la oficina con carro".
Carmen quien vive en la calle Nigromante junto al río Colima, coincide con Olivia, explicó que para los vecinos la situación es más difícil, porque tienen que cuidarse de las personas que viven en el arroyo, que lo mismo matan perros, roban y hacen toda clase de fechorías.
"Hay mucha delincuencia aquí en el río, porque a veces llegan y queman, porque vivimos junto al río y tenemos que andar apagando rápido el fuego".
Las entrevistadas indicaron que esto es lo que se vive aquí en un día normal, pero si es temporada de cabalgatas, los festivales o degustaciones el ambiente empeora, porque los automovilistas les tapan las cocheras y los ciudadanos hacen sus necesidades fisiológicas en las puertas de su casas, todo por aumento de la actividad comercial que beneficia a unos cuantos.
