María de la Luz Prudencio Bautista tiene 15 años en el negocio del señor Regulo Barajas, quien a su vez lleva dos décadas vendiendo fruta picada al exterior de la Normal de Maestros de Colima.
Prudencio Bautista, menciona que se trata de una actividad que le gusta mucho, pues todos los días convive con los estudiantes y la gente que se acerca a consumir.
"Ofrecerles algo saludable, chatarra no tenemos, en las primeras generaciones que a mí me tocó se vendía bastante, a la entrada, la hora del receso, al salir y todo ya últimamente los chavos ya no consumen mucho".
La señora María, menciona que a lo largo de estos años ha hecho grandes amistades con los estudiantes, quienes al salir de la escuela la siguen buscando y recordando con mucho cariño.
"Esas nuevas generaciones has de cuenta que vuelven y me dice, salí estoy trabajando en otro estado pero de la fruta no me olvido/vienen y nos abrazan con un gran cariño, nos ven y nosotros al atenderlos les hablamos con amabilidad".
Aunque reconoce que han resentido los incrementos en los costos de la materia prima, han tratado de resistir los precios a sus clientes, pues están conscientes también de que la economía ha estado difícil para todos.
Mientras tanto, todos los días llega muy contenta a ofrecer la fruta picada, pues esta actividad la llena de energía.
"Para mí es otro tipo de familia, cuando los veo mis niños/Unos que están en Cancún, Cozumel, por allá, me dicen que les hace falta el sabor de la fruta, la fruta de aquí la extrañan bastante".