Se recrudeció la violencia y ahora la seguridad pública de Colima y Villa de Álvarez está militarizada. Después de experimentar una revisión tensa por parte de elementos de la Guardia Nacional, Juan Carlos asume que los uniformados fueron precavidos en su proceder, pero también recuerda que fue apuntado con sus armas.
"Abrieron la cajuela, abrieron las 4 puertas del coche, abrieron la guantera y al ver que no encontraron nada sospechoso, ni riesgoso, ni ilegal, me regresaron mi credencial de maestro y ya: buenas noches, pues no, no pasó a mayores, sin embargo sí vi que me apuntaron con las armas".
La noche del miércoles 23 de febrero, Juan Carlos transitaba en su vehículo por la avenida Gonzalo de Sandoval de Colima cuando fue interceptado por los militares. Eran 8 elementos y rodearon su automóvil en forma inmediata.
Tras esta desagradable experiencia, asume entender el contexto de violencia que atraviesa la zona conurbada y que hay mucha tensión, donde los elementos de seguridad también están en riesgo de perder la vida.
"No fueron en ningún momento groseros conmigo, ni altaneros, ni se pusieron con voz fuerte; no puedo decir que hayan sido respetuosos, precavidos sí, precavidos ante quien era o ante la posibilidad de quien podría ser, sin embargo hay que estar atentos de que no pase a mayores en otras partes".
Recuerda que nunca le explicaron el motivo de la revisión, sin embargo sí espera que esta situación no se tense más y se violen derechos humanos de la ciudadanía.