En el año 1995 el padre de Óscar Iván Sánchez Barragán, inició su taller de mantenimiento para camiones y soldadura. Desde niño él le acompañaba aprendiendo, de su padre. Hoy, después de haber terminado la carrera de ingeniero industrial, ha decidido apoyar a su familia en el viejo negocio.
"Podría decirse que desde niño empecé a ver todo esto, a fijarme como armaban los gatos, las tomas de fuerza, que las cajas, que las pipas, o sea, todo esto. Y ya propiamente cuando entro a la universidad es cuando comienzo a meterme más propiamente aquí.
El trabajar en la empresa familiar, le trajo muchas satisfacciones pues se siente orgulloso de la calidad que han ganado con el tiempo.
"Pues yo creo que la satisfacción más grande es que se van siempre satisfechos o que siempre es un referente que se hacen buenos trabajos, y pues para mí, y yo creo que, para los trabajadores, también de aquí, es un orgullo de que, pues no estamos en cualquier lugar, estamos en un lugar donde se hacen las cosas bien, se hacen las cosas con calidad"
Pero no todo es color de rosa, el tratar de perfeccionar y alcanzar el estándar de calidad que maneja su padre lo ha llevado al límite en muchas ocasiones, llegando a verse en conflictos por tratar de mejorar el negocio.
"Pues si es difícil, porque pues es por una parte mi papá y otra es este mi patrón, entonces a veces como la parte de familia y trabajo si hay que saberla diferenciar. Entonces sí, yo creo que, si ha mejorado la relación, porque antes estábamos un poquito más distanciados, pero yo creo que entrando aquí ha mejorado pues un poquito la relación, y también las formas de trabajo."
Menciona que fue difícil el tomar la decisión de quedarse en el trabajo familiar, pues decidió que la historia del negocio de su padre y su sueño se han transmitido a él, pues busca mejorarlo y crecerlo.