México entregó al gobierno de Estados Unidos a Latavia McGEE y Eric James Willliams, ciudadanos estadounidenses localizados con vida tras ser secuestrados en Matamoros, Tamaulipas.
Los otros dos norteamericanos fueron asesinados, tras ser secuestrados el 3 de marzo.
Barbara Burgess, madre de Latavia McGee dijo que su hija se trasladó a Matamoros para realizarse una operación estética, acompañada por sus amigos. Aunque su madre le pidió que no fuera a México por el peligro que representa pasar la frontera, Latavia no atendió la recomendación.
El FBI ofrecía una recompensa de 50 mil dólares por información de los ciudadanos norteamericanos.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ofreció su "más sentido pésame" a las familias de los 4 estadounidenses secuestrados en México. Dijo que el FBI está trabajando con las autoridades mexicanas.
Corporaciones federales y estatales, con personal de Consulado de Estados Unidos en Matamoros, entregaron en puente internacional a los 2 ciudadanos localizados.
Los dos fallecidos son dos hombres. La mujer y otro hombre sobrevivieron, aunque él está herido.
La Casa Blanca calificó de "inaceptable" el secuestro de los estadounidenses.
El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU se está coordinando con el Gobierno mexicano para hacer que los responsables del secuestro rindan cuentas ante la justicia.