Para 2017, México se convirtió en el segundo productor mundial de limón superando las 2.44 millones de toneladas. Este cítrico ha acompañado las comidas de los mexicanos desde hace años y se ha aprovechado en distintas formas y presentaciones al industrializarse.
Los principales estados productores de limón son Veracruz, Colima, Michoacán y Yucatán y, en conjunto producen más del 80 por ciento del volumen nacional. De este fruto cosechado, aproximadamente el 40 por ciento se destina para consumo fresco y el 60 por ciento a la industria para obtener aceite esencial, jugo concentrado, pectinas, jabones y hasta perfume. Sin embargo, el aceite esencial es que tiene mayor valor en el mercado de exportación principalmente en Estados Unidos.
Investigaciones detallan que los productos derivados de limón, en las 12 industrias procesadoras a nivel nacional, generaron un total de 39 mil 822 productos, de estos el 83.29 por ciento corresponde a cáscara deshidratada, 7. 96 por ciento a cáscara fresca, 6. 43 por ciento a jugos concentrados clarificados, 1.68 por ciento a aceites destilados y 0.14 por ciento a esencia de aceite.
En este sentido el 4.50 por ciento de los productos derivados del limón se concentra en 3 agroindustrias en Colima y se especializan en la obtención de jugos concentrados, esencias y aceite centrifugado tipo A.