Desde hace varios años no existe información actualizada en Colima sobre la situación y el número de jornaleros agrícolas que se encuentran en el campo de la entidad, los datos más recientes sobre este sector de la población refieren solo al caso que las Secretarías del Trabajo, Desarrollo Social y Derechos Humanos voltearon a ver en 2015, tras una denuncia por las condiciones de explotación a los que eran sujetos un grupo de 49 trabajadores en cultivos de pepino del Ejido El Diezmo del municipio de Colima, en donde también había 13 menores de edad.
Los jornaleros en ese entonces procedentes de Guerrero recibían una paga de tres pesos por cubeta de pepino, sin ninguna prestación laboral y con una jornada de trabajo de las 6 de la mañana hasta las 4 de la tarde, además, sin que se les proporcionara alimento ni vivienda.
Ante la posible situación de riesgo que pudiera correr este sector de la población en el marco de la contingencia por el Coronavirus, Meganoticias buscó información actualizada con dependencias estatales como la Secretarías de Desarrollo Rural, del Trabajo y Desarrollo Social, así como en la representación de la Secretaría del Trabajo del gobierno de México en la entidad, sin que ninguna de estas instituciones tenga información al respecto, pese a que en julio de 2019 la Comisión nacional de Derechos Humanos hizo una recomendación a los 3 niveles de gobierno para actualizar sus padrones de registro de este sector vulnerable.
La última Encuesta Nacional de Jornaleros Agrícolas, que se realizó en el país data de 2009 hace más de una década en la que se establecía que existían al menos 2 millones 40 mil 414 jornaleros en México, de los cuales el 40 por ciento son indígenas y resto son provenientes de los estados más pobres del territorio mexicano, en donde son contratados de manera informal por un enganchador o chanzonetero.
Trabajan jornadas continuas de 8 a 10 horas en ocasiones desde las 4 de la mañana y solo durante 180 días al año, lo que propicia que los obliga a buscar más trabajo en diferentes cultivos y con distintos empleadores, sin prestaciones sociales, ni acceso a instituciones de salud, tampoco se les proporciona equipo de protección personal adecuado ni la capacitación o medidas de seguridad para realizar trabajos riesgosos, como el manejo de agroquímicos, o protección a las inclemencias del clima que generan deshidratación e insolación.
En apoyo a este sector de 2009 a 2018 operó el Programa de Apoyo a Jornaleros Agrícolas, PAJA, pero a partir del 2019 desapareció del presupuesto de Egresos de la Federación, por lo que quedaron aún más en el desamparo.