De acuerdo con el psicólogo especialista en adicciones del Centro de Integración Juvenil, Óscar Mireles Pérez, ocho de cada diez jóvenes que consumen metanfetaminas son generadores de violencia y están involucrados en actividades relacionadas al narcotráfico.
Lo anterior, lo atribuyen a tres principales factores; falta de empleo, de oportunidades económicas y educativas.
"El adolescente que nosotros tratamos en Centro de Integración Juvenil tiene pocas oportunidades educativas, pocas oportunidades laborales y pocas oportunidades de recreación, eso genera un clima de ansiedad que se desarrollan en la búsqueda de qué hacer y eso permite un semillero de conductas equivocadas que permite que el adolescente ejerza ciertas conductas de violencia asociadas a su entorno/y una situación social como la que tenemos en Colima en donde las cuestiones de riesgo están bien definidas como la delincuencia y la inseguridad da pie para que esto pueda suceder".
Como especialista en la materia señaló que cada una de las partes, padres de familia, representantes de instituciones, maestros y autoridad han hecho su mejor esfuerzo para evitar la descomposición social, no obstante, hace falta mayor coordinación entre estas para que cada una de las estrategias logre los resultados esperados.
"Se está haciendo pero tenemos que tener una política pública bien dirigida hacia el desarrollo hacia la prevención y tratamiento de la violencia, alguna de las partes podría estar fallando?, te diría que todos estamos fallando porque no hemos entendido que debemos trabajar en conjunto, el padre respetar al maestro y el maestro al padre para encaminar al alumno al trabajo y tener algo que hacer y la política pública definir qué hacer u y ofrecerle al joven opciones, recursos y oportunidades".