Juan Manuel Vázquez Guerra junto con su esposa Lorena Estrada se dedican a la venta de tejuino frente al jardín de San Francisco de Almoloyan, una bebida refrescante y emblemática de Colima.
"Tengo como 40 años aquí, yo vendía en la Sangre de Cristo pero me acliente aquí y no comíamos bien porque estaba solo y mire, ya no dejan pasar nada/un concuño me enseñó a todo pero yo lo superé a él él no vende igual que yo, pero por el estoy aquí".
A pesar de que se trata de un trabajo que le apasiona y que disfruta hacer, a raíz de un problema de salud que tuvo, el hombre se apoya de su mujer para sacar adelante el negocio que les permite llevar el sustento al hogar.
"Ahorita ando recaído por la embolia que me dio y mi señora me ayuda, me echa la mano mucho/me ayuda mucho porque si no no hubiera podido salir adelante con ella".
"Les encanta mi tejuino porque está bueno, yo mandaba a Alaska 15 botes pero yo creo que se ahogó el gringo, muchos me compran por botes yo creo para vender en otro lado/me gusta despachar con gusto, decirles que les falta, y lo que gusten les doy".
Sus clientes también han sido por generaciones, pues los niños que antes le compraban, ahora llevan a sus hijos para que prueben el tejuino de Juan Manuel. Por ello, orgulloso de este oficio, el hombre señala que hasta que ya no pueda trabajar, dejará de hacer lo que tanto le gusta y lo que por tantos años le ha permitido sacar adelante a su familia.