El diputado local PAN-PRD, Francisco Rodríguez García, consideró que la controversia constitucional presentada por el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez ante la Suprema Corte de Justicia por el veto a la Ley de Movilidad, es una jugada política para tratar de quedar bien con los ciudadanos y los grupos que tradicionalmente han apoyado al PRI, como es la Federación de Estudiantes Colimenses y los concesionarios de transporte público.
"Creo que el gobernador quiere quedar bien con Dios y con el diablo, quiere quedar bien con los ciudadanos al decir independientemente de esto voy a respetar la tarifa del descuento desde el nivel básico hasta posgrado, pero a la vez quiere quedar bien con transportistas ya que sabemos de su filiación priista y por años lo han estado ayudando, pero también quiere quedar bien con la FEC".
El legislador señaló que el titular del ejecutivo sabe que la reforma afecta a la FEC, porque les quita el monopolio de las tarjetas de descuento en la tarifa del transporte y conoce la molestia de los transportistas por lo que busca retrasar la aplicación de la ley, porque sabe que el costo político lo pagará su partido en las elecciones.
"Con los transportistas que pues obviamente son los que les han hecho favores y a través de ellos han estado eternamente involucrados con su partido apoyándolos y respaldándolos quienes son los que les movilizan a la gente, a quien le piden el camión para que les presten los camiones a ellos para sus eventos del PRI, porque si lo hace cualquier otro partido político le cobran por el servicio, pero al PRI no le cobran".
Rodríguez García confío en que la Suprema Corte le dará la razón al legislativo con relación a que el veto parcial de la reforma a la Ley de Movilidad no procede, porque no se respetaron los plazos establecidos por el Congreso del Estado para ordenarlo.