Las poblaciones cercanas al Volcán de Colima como la Yerbabuena que se encuentra a 9 kilómetros del coloso de fuego, la Becerrera y Juan Barragán en Jalisco, son las más vulnerables ante la actividad volcánica, informó el director del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos, Raúl Arámbula Mendoza.
"En caso de presentarse una erupción como la de 1913 que fue una erupción lineada con una columna eruptiva arriba de 10 o 15 kilómetros y una erupción que duró varias horas las cuales descendieron flujos piroclásticos sí sería otro escenario y se tendría que contemplar evacuar las poblaciones siguientes".
La caída de ceniza es una de las actividades más comunes del volcán que podría afectar a la población, pues esta alcanza distancias más grandes, incluso se ha registrado en la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez.
"La caída de ceniza lo que provoca es que la gente tenga problemas en sus vías respiratorias, en los ojos, se presentan casos de conjuntivitis".
Otro de los riesgos latentes en temporada de lluvias es el material volcánico que se acumula durante el año y que de pronto baja por las barrancas de aquellas localidades.
Afortunadamente, la mayoría de los habitantes cercanos al coloso, saben qué hacer y cómo actuar en casos extraordinarios, señaló el investigador.
Actualmente el volcán se encuentra en periodo de reposo, sin embargo, por tratarse del volcán más activo de México no significa que deban estar muy atentos a los cambios, sin embargo, se mantiene monitoreo permanente.