Todo comenzó con la intención de alegrar a los pequeños de la familia durante la Noche Buena con pequeñas piñatas de pinos navideños, renos y algunas figuras tradicionales, las cuales, Norma Alida Virgen elaboraba de forma empírica.
Sin embargo, al ver su habilidad, comenzó a trazar las figuras en tamaño estándar para comenzar su negocio de elaboración de piñatas que hoy, tiene alrededor de 15 años.
"Piden piñatas para despedida de soltera, de soltero y piden piñatas personalizadas, que se parezcan a la persona, me traen una foto y trato de hacerla parecida/la piñata más grande que hemos hecho es ese Santa Claus que mide 2 metros 20 centímetros".
La mejor temporada para sus ventas es diciembre, por ello, se prepara desde finales de octubre para comenzar a realizar los recortes y mediciones de los materiales para realizar alrededor de 300 piñatas.
Para Norma las piñatas representan la alegría de las fiestas, pues este elemento aporta diversión y desestrés a quienes le pegan.
"Dicen sin piñata no hay fiesta, este, y pues la gente se divierte, a veces organizan formas de romper la piñata, los forman, les tapan los ojos y es algo divertido".
De 15 años a la fecha han cambiado mucho las formas y materiales de elaborar las piñatas, asegura la artesana, pues antes se utilizaba periódico, ollas de barro y papel de china, ahora se han puesto de moda las piñatas de cartón.
"Los cantaritos ya casi no se usan porque se volvieron peligrosos a la hora de romper la piñata, hay gente que todavía pregunta que si su estrella no lleva cántaro no la compran/yo si vendo poquitas, unas 20 o 30 para gentes que son especiales que quieren así su piñata".