Desde hace 24 años Federico Herrera Martínez pinta su cuerpo de plateado para llamar la atención de automovilistas y mostrar su talento como malabarista una vez que se pone en rojo el semáforo.
"¿Cuántas horas le dedicas al día a esto? entre cuatro y seis horas y, ¿Qué es lo que más te gusta? la sonrisa de los niños".
Su inquietud por esta actividad nació en Celaya, Guanajuato, su lugar de origen, en donde se lleva a cabo cada año el Festival Internacional Cervantino. Herrera Martínez cuenta a Meganoticias que desde la primera vez que acudió y vio a los artistas, supo que a ello se dedicaría.
"Vi el malabar, el espectáculo en Granaditas, me llamó la atención y comencé a practicarlo, me atrapó".
La situación económica que se vive en Guanajuato obligó al artista a cambiar de residencia, sin embargo, menciona que ahora este es su lugar de origen y duda algún día irse del estado.
"Colima me dio el mejor regalo que me pudo haber dado la vida, una hija hace en agosto van a ser 20 años y ahorita está en sus estudios universitarios y se puso la situación difícil en Guanajuato, vámonos de regreso a Colima mi reina".
El vaquero plateado, cómo es su personaje, considera que el trabajar de manera constante te da el derecho a tener una vida digna y que no te falta lo indispensable.
Por ello, todos los días sale con el mejor de los ánimos para sacar el sustento diario. Menciona que constantemente cambia de personajes y de semáforos para no aburrir a los automovilistas.