La mala alimentación infantil o malnutrición es un problema mundial que va más allá del impacto mediático de la palabra hambre.
Las dietas pobres en nutrientes, la falta continua de mínimos energéticos para afrontar su crecimiento y su día a día, así como enfermedades que dificultan la absorción de vitaminas y minerales son los responsables de una de cada tres muertes infantiles en el mundo y, quienes sobreviven lo hacen con secuelas que limitarán toda su vida.
"Sí falta mucha concientización en la población uno de los medios es el sector salud que tiene la obligación de la prevención y esto es prevención // y de las instancias gubernamentales también, el área de las escuelas con los maestros también han sido un instrumento en la educación muy importante en el aspecto de salud".
De acuerdo con especialistas, los padres de familia y autoridades les han fallado a los infantes en su alimentación, ya que la consecuencia de crecer con limitaciones nutricionales va desde desarrollar problemas físicos por déficit de vitaminas y minerales, hasta experimentar retrasos en su aprendizaje y desarrollo cognitivo, sin dejar a un lado las enfermedades como obesidad infantil, diabetes, entre otras.
"El consumo de de todos estos alimentos empaquetados, enlatados que han desplazado los alimentos naturales y preparados en casa, a ello se suma la falta de actividad física / la atención a la salud, el consumo alto de bebidas con azúcar ".
El estado de Colima se encuentra en la región Pacífico-Centro del país que registra la más alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en niñas y niños menores de 5 años y de obesidad en niñas y niños menores de 5 a 11 años, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021.