Marco Antonio González tiene tres décadas dedicándose a la cerrajería, aunque su establecimiento lo inauguró hace 17 años.
Aprendió este oficio gracias a un amigo de la familia en Guadalajara, Jalisco, sin embargo, tras casarse, decidió mudarse a Colima en donde eligieron la avenida Benito Juárez como su punto de venta.
"Cuando mi esposa era mi novia ella vivía aquí cerca entonces fue lo primero que conocí de la ciudad y la verdad es que me encantó esta área de Villa de Álvarez/gracias a nuestro Dios tenemos muchos clientes que nos han nos encontraron y nos siguen buscando desde entonces".
Señala que aunque hay muchos cerrajeros en Colima, la mayoría han llegado de otros estados del país.
Dijo que se trata de un oficio noble que además de representar el sustento económico de la familia, les ha dejado grandes satisfacciones.
"Nosotros vendemos un servicio, pero ver el rostro de las personas cuando les ayudamos a abrir la puerta de su hogar o cuando ayudamos a salir a un niño de un vehículo que se quedó encerrado es una satisfacción que es lo que más me gusta de mi negocio".
Reveló que cada trabajo que realizan tiene un grado de dificultad y hay algunos que sí le han costado mucho trabajo, sin embargo, buscan la forma de apoyar a la población pues la seguridad les ha exigido seguir innovando.