Más de 100 abogados estaban reunidos en una conferencia en Manzanillo, un 25 de noviembre de 2017, cuando les dieron la noticia: uno más de los suyos, el abogado Efraín Huerta Ortega, había sido asesinado en la colonia La Estancia de la ciudad de Colima.
Así lo recuerda Mario García Solórzano, presidente del Colegio de Abogados Penalistas del Estado de Colima.
"Genera una psicosis en los medios jurídicos por que no nada más en nosotros, yo creo que también en los jueces, en los ministerios públicos, nomás que no lo dicen, ellos tienen la seguridad asegurada, pero los abogados no tenemos la seguridad asegurada, nosotros tenemos que buscar nuestros propios medios, incluso nuestros propios recursos para poder brindarnos seguridad".
Las asociaciones estiman que, en los últimos 10 años, cerca de 40 abogados han sido asesinados en la entidad. Muchas de las muertes las relacionan con la pérdida de casos en afectación para una de las partes.
"¡Cuánto vale la vida de un abogado, cuánto vale la vida de un profesionista que precisamente durante toda su vida, se dedicó a prepararse y a obtener una profesión a ejercer esa profesión, cuánto vale, ¿2 mil, 3 mil pesos?, así de sencillo, fácil y frío te lo digo, 2 o 3 mil pesos y se me hace mucho, es la vida de un abogado".
Las y los abogados de Colima ya han tenido que modificar sus hábitos para disminuir el riesgo por ejercer su trabajo: cambiar las rutas para llegar a su oficina o para salir de su hogar; modificar también los lugares de ocio y buscan no exponerse en redes sociales.
"Si el juez decide que yo pierda el juicio, yo lo. perdí, sí, pero no por eso. voy a. perder la vida, no por eso la otra parte, la parte que yo represento va a tomar esa determinación de atentar contra mi vida o la de mi familia, verdad", sentenció.
Los especialistas en derecho piden que el Gobierno del Estado establezca un protocolo de actuación para atender los casos en que sus vidas se encuentren en peligro, y para ejercer su labor, de forma segura.