En su reciente viaje de Guadalajara a Colima, Rafael Espinoza García vivió una de las peores experiencias de su vida, fue drogado a través del consumo de una galleta que le ofreció una persona con mucha insistencia y tras perder el conocimiento, el hampón aprovechó para robarle más de 600 dólares y las pertenencias que traía a la mano.
De acuerdo a Rafael, el hecho se registró cuando el autobús en el que viajaban transitaba en el tramo de Ciudad Guzmán a Colima.
"Se sentó un compañero cerca de mi asiento y traía un paquetín y lo abrió y se comió la, se comió la primera galleta y me ofreció la segunda, entonces, este, pues, obviamente yo le dije: no gracias, señor, yo estoy bien; no, no, no, dijo, cómete, cómete una, venimos desde las 4 de la mañana sin comer, dijo, yo ya me comí una; entonces yo, pues se me hizo feo y agarre la, la segunda galleta y me la comí, y me dormí".
Señala que la pérdida del conocimiento fue casi inmediata y despertó en un centro de médico de la ciudad de Colima.
"Me robaron todo, me robaron el dinero, me robaron la identificaciones, todo por completo y hasta uno ahorita me siento como mareado".
Rafael es un connacional proveniente de Washington D. C., Estados Unidos, y solo venía por unos días a Colima. Asegura que nunca esperó pasar por este problema que, incluso, le pudo costar la vida.
"Desde que se sentó junto a mí, muy platicador y me empezó a hacer plática que dónde venía, yo ya le dije de dónde venía y ya él, este, me dijo que él venía de Los Ángeles y que era originario de aquí de Colima y que, este, tenía siete años que, que no venía y, pues, le digo cuando yo me comí la galleta, al instante no supe nada de mí hasta desperté aquí".
A través de un documento que le entregaron en el centro médico donde fue atendido, se indica que al realizarse la prueba de orina resultó positivo a Benzodiacepinas, medicamento utilizado para dormir.
"Quería hacer público esto para que la gente tenga conciencia de no tomar nada de lo que les den, este, porque como le digo yo, cuándo pensaba que en la segunda galleta era donde estaba eso, porque, le digo, él abrió el paquetín, se la comió a gusto y: órale, amigo, toma, toma, agarre una, agarre una, y pues yo la agarré y fue este la que estaba, pues la que tenía la droga".