México carece de medidas de educación inclusivas

En México, existen seis millones de niños, niñas y jóvenes entre los 3 y 17 años que no acuden a la escuela. La mayoría de ellos son indígenas, personas de escasos recursos que, en medio del clima de violencia e inseguridad, deben cruzar grandes distancias para llegar a un centro educativo, indican cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Del tema, el estudio realizado por la UNICEF sobre; "Niñas y Niños Fuera de la Escuela: México" afirma que en el país existen 4.1 millones de niños fuera de las escuelas, excluidos del sistema educativo, y cerca de 640 mil niños están en riesgo de abandonar las aulas.

Dicho estudio revela que, de 28 mil personas indígenas encuestadas, con edades entre 20 y 24 años, que no hablan español, ninguna pudo terminar la secundaria. Lo que quiere decir que los grupos que menos ven cumplido su derecho a la educación son; niños y niñas con alguna discapacidad, quienes residen en ámbitos rurales, la población de origen indígena, los niños que trabajan y quienes habitan en hogares de bajo nivel de ingreso.

Entre tanto, las cifras del INEGI establecen que el porcentaje de la población de 15 años y más que es analfabeta o no terminó la primaria o secundaria es del 40.7 por ciento y el porcentaje de población que no terminó la primaria es de 12.9 por ciento, lo que equivale a 10 millones 82 mil 386 personas. El enfoque escolar señala que las principales causas del rezago escolar son; la situación económica, la cultura y el contexto familiar de los y las estudiantes, es decir, la pobreza, el desempleo, la baja escolaridad de los padres, la marginación, el embarazo a temprana edad, el consumo de drogas, desintegración familiar, así como las bajas expectativas que las familias tienen de la educación.

Cabe señalar que de acuerdo a un estudio realizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, en México como en muchos otros países, la educación sigue siendo un privilegio. Las brechas generadas por la discriminación en el ámbito educativo son una realidad inaceptable que pone en riesgo el desarrollo económico y democrático nacional, por ello, sugiere que para fomentar la educación inclusiva se deben impulsar medidas de accesibilidad, como, por ejemplo, que haya personal hablante de lenguas indígenas en las aulas, así como mecanismos para incorporar a personas migrantes, entre otros.