Los migrantes colimenses radicados en Estados Unidos también han resultado afectados en medio de la pandemia por Covid-19. Organizaciones estiman que 3 de cada 10 paisanos han perdido su empleo o han visto reducidas sus horas de trabajo.
El representante de la Confederación de Federaciones Mexicanas en Norteamérica, Francisco Moreno, señala que existe un panorama laboral muy desagradable.
"Muchos centros de trabajo están cerrados, pero básicamente los inmigrantes mexicanos seguimos trabajando y sacando adelante este país con los alimentos, transporte y todo eso".
Sin embargo, debido a que los paisanos se dedican mayoritariamente a actividades económicas clasificadas como esenciales, las restricciones sanitarias afectan en menor medida sus empleos.
"He estado visitando algunos campos y hay mucho trabajo y se les está pagando hasta un poquito mejor porque son muy poca gente la que le entra a este trabajo tan duro como es el campo, la crianza de caballos, en granjas, en procesadoras de comidas".
Aún con la pérdida de empleos y horas de trabajo, el envío de remesas a Colima ha incrementado durante este año. El Banco de México indica que en el último trimestre reportado, de enero a marzo de 2020, los migrantes colimenses enviaron a su estado natal 82.3 millones de dólares en remesas, mientras que el trimestre anterior fue menor en 3.12 millones.