Desde hace más de 20 años tres integrantes de la familia Martínez González de la comunidad indígena de Zacualpan partieron hacia Estados Unidos en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Pese a que tiene comunicación vía telefónica, el señor Lorenzo Martínez Quirino, padre de Lucio, Bernardo y María Elena, reconoce que quisiera que sus hijos estuvieran aquí, pues ya son muchos años de su partida.
"Pues aquí no nos alcanzaban pues los recursos, se empezaron a hacer muy caros los insumos agrícolas, o sea que nosotros siempre hemos sido campesinos y lo que sembramos nosotros, este, de las parcelas, pues no teníamos el sustento, pues, este, para sobrevivir, eda".
Aunque en casa están sus otros cuatro hijos, el señor Lorenzo acepta que no ha sido fácil vivir sin ver por tanto tiempo a los tres que ahora radican en Modesto, en el estado de California. Señala que desde la partida de su primer hijo, su esposa María Guadalupe fue la más afectada.
"Porque pues su mamá pues lo buscaba y entonces, este, yo hice por cruzar la frontera, eda, de ilegal, fui y lo localicé y lo animé a que viniera a ver a su mamá, eda, después de 15 años que él se había ido, porque se fue muy pequeño, tenía 15 años él".
Después de casi 30 años, Don Lorenzo Martínez afirma que la tecnología ha logrado acercarlos, sin embargo, verlos y abrazarlos en persona es uno de sus más grandes deseos, aunque acepta que es complicado porque su situación migratoria no está regularizada y continúan como ilegales en ese país.
"¿Y tiene nietos? Sí, sí, hay nietos. ¿Los conoce? Pues lo conozco por medio de que a veces una video llamada que le hace uno pero no es lo mismo, o sea que es diferente, o sea que quisiera uno verlos en persona, a ver cómo, cómo están, eda, o sea que eso sí me gustaría, eda, verlos".