El último adiós lo dan a distancia, no hay abrazos, ni café, mucho menos rezos en la madrugada, los deudos no pueden ni siquiera ver por última vez el rostro de su familiar cuando se trata de una muerte por Covid-19. La recomendación es incinerarlos inmediatamente.
Esta, forma parte de las medidas sanitarias por Covid-19 que implementaron autoridades de los tres órdenes de gobierno a partir de que se publicó la declaratoria de emergencia para el estado de Colima, el 18 de marzo de 2020. La Comisión estatal para la protección Contra Riesgos Sanitarios estableció lineamientos en las funerarias para evitar riesgos de contagio con la manipulación general o masiva de cadáveres.
Entre ellos, permitir que familiares vieran el cuerpo, sin embargo, después de su extracción de la sala de aislamiento o del área de urgencias, los deudos deberían utilizar equipo de protección y no se permitía el contacto físico con el difunto, superficies u objetos que pudieran generar riesgo de contaminación, no obstante, el personal a intervenir con el manejo, traslado o disposición final de los cadáveres confirmados o sospechosos por Covid-19, están obligados a atender los principios de precaución y dignidad humana. Además, no se permite realizar limpiezas ni intervenciones de tanatopraxia o tanatoestética sobre el cadáver, ni tampoco el embalsamamiento.
Aunque se recomendaba evitar la velación de los fallecidos aun cuando estos no hubieran muerto por Covid-19, a fin de evitar el confinamiento de personas, se permitía realizar esta actividad de 4 a 6 horas dependiendo la funeraria, con la presencia de máximo 20 personas y con la recomendación que cuando se tratara de un paciente fallecido por el virus de Sars-CoV-2, se mantuviera el ataúd cerrado y se siguieran las medidas de higiene y sana distancia.
En el caso de las cenizas, podían ser manipuladas sin riego alguno, mientras que para el sepulcro se utilizarían tumbas individuales que debían ser claramente marcadas, no obstante, a partir del 14 de mayo, de acuerdo con varias funerarias de la entidad, algunos lineamientos quedaron sin efecto, pues comenzaron a permitir los funerales las 24 horas, con máximo 30 personas si la velación se realiza en una de las salas funerarias, pero si se trata de una casa habitación eso queda a consideración de los deudos, esto quiere decir que, si la defunción no fue por Covid-19, los servicios hasta el momento se siguen ofreciendo con normalidad.