Frustración, coraje e impotencia, es el sentir de la señora Emma Adriana Cárdenas Gallardo después de que el pasado lunes 29 marzo no fue vacunada contra la Covid-19 en el Polideportivo de la Universidad de Colima, campus central, pese a haber recibido una llamada para citarla y recibir el inmunológico. Calificó como una burla lo que les hicieron a los adultos mayores, pues prácticamente le cerraron la puerta del complejo deportivo en su cara.
"Esto para mí fue una burla, fue una falta de respeto a mi persona, que si me están hablando me hagan esto, yo no me presenté porque quise, yo dejo de hacer mis cosas, por qué, porque me interesa que me vacunen y para llegar y nada más me digan muy orondos: se terminaron, ya la puerta está cerrada, se terminaron; entonces para qué dicen de 8 a 6".
A decir de la señora Emma, como todos los adultos mayores necesita de la vacuna para poder salir a trabajar sin temor a enfermarse. Así también reconoce que quien más le preocupa es su esposo de más de 70 años.
"Más que nada que también vacunaran a mi marido que es más grande y que, aparte de que tiene 74 años anda en la calle porque vendemos Yacult, entonces él anda casa por casa, entonces, este, ciento que él corre más riesgo todavía que yo. Cuando me hablaron por teléfono pregunté por él porque cuando, cuando, yo llamé para hacer la cita de las vacunas lo hice junto, a los dos, y nada más me llamaron a mí, entonces la señorita me dijo que no, que a lo mejor otro compañero trae el listado, que otro lo iba a llamar, o sea es un descontrol estos, total".
Finalmente la señora Emma demandó mayor organización de las autoridades, así como un trato humano a todos los adultos mayores que con mucho esfuerzo acuden a ponerse la vacuna. Destacó que muchos están enfermos y no pueden caminar, además de que no cuentan con recursos para movilizarse en taxis.
"Ahorita tenemos, este, cerca del año que no trabajamos en La Pulga, entonces no tenemos ingresos, como para ir a desperdiciar 100 pesos, yo con 100 pesos como todo el día".