Isaac Ladino Cisneros es comerciante del mercado Constitución desde hace 52 años, lugar que define como su hogar.
Su gusto por esta actividad lo trae de herencia, pues su abuelo y padre trabajaban en el antiguo mercado que más tarde se convirtió en la central camionera y hoy es el auditorio Miguel de la Madrid.
"Aquí es la primera casa, el primer hogar, ahí tengo una estufita, refrigerador, aquí concina mi hija, antes mi esposa pero falleció hace 6 años/yo voy a estar aquí hasta que me muera aquí el mercado este no pienso irme nunca porque le tengo mucho cariño al mercado porque me ha dado muchas comodidades".
La herencia del amor hacia el comercio continúa en las nuevas generaciones, ahora son sus hijos los que le apoyan con el negocio.
"Es un negocio familiar esto y aquí he estado trabajando todos estos años, y ahora mis hijos aquí están Isaac y Lupe/vienen los nietos y nos ayudan y se llevan su sueldito están estudiando y otros son profesionistas".
Hoy, lo más complicado y que ha incidido en la disminución de sus ventas son la competencia, la llegada de supermercados y el descuido de los mercados por parte de las autoridades.
"Ahorita se quejan de que no hay dinero, está pasando lo mismo que con las calles, están todas pozancudas, todas para la fregada, se supone que pagamos unos impuestos y son para eso pero cada presidente y gobernante piensa diferente".