"Para mí un par de senos no significa ser una mujer, mmm para mí lo más importante es mi vida y, mi salud y, mis hijos y, mi familia, estas no, estas son de plástico".
Ella es María Cristina Córdoba Jiménez, una paciente de cáncer, a quien le extirparon sus dos mamas por su propia voluntad, a pesar de que, en una de estas, no era necesario.
"Cuando yo hablé con el oncólogo le dije todos los antecedentes que tenía y le pedí de favor de hacerme la cirugía quitándome ambos senos porque yo no quería pasar por lo mismo".
"una señora volteó y me dijo ay señora felicidades qué fue, y yo entre dormida volteé y le dije, ay señora, entré niña pero salí niño, y me voltea a ver el camillero y me dice, señora qué ánimos tiene".
Córdoba Jiménez recuerda que un día se dio cuenta que tenía una bolita a un costado del seno, acudió con un radiólogo a que le hiciera un ultrasonido y ahí comenzaron a realizarle los estudios que determinaron que se trataba de cáncer de mama.
Esta noticia la tomó por sorpresa, pero en el fondo, sabía que podía pasar debido a que anteriormente le habían detectado cáncer de tiroides, además, de que, sus padres, una hermana y varios tíos también habían experimentado diferentes tipos de esta enfermedad.
Con optimismo, habló con sus hijos y su esposo y, antes de que su cabello comenzara a caer por las quimioterapias decidió raparse.
"Dije esto no me va a tumbar y espero que ustedes me apoyen, todos, y desde un principio lo agarramos a manera de broma/si no lo toma uno así te acaba esto, y yo no quiero que me acabe, tengo tres hijos, yo quiero ser abuela, sueño con jugar con mis nietos, a mí esto no me va acabar".
Ahora, después de tres años de su cirugía, Cristina se encuentra a la espera de que le puedan dar cita en el Instituto Mexicano del Seguro Social para la reconstrucción de sus mamas, pues en varias ocasiones ha acudido a solicitar apoyo, incluso con las mangas que debe utilizar, sin embargo, no le dan respuesta.