Ester Quiñones Meza lleva más de 50 años como microempresaria en Minatitlán. Desde que llegó al municipio se ha sentido cobijada por los habitantes y eso es lo que le ha ayudado a salir adelante en el transcurso de los años.
"Al principio vendía pozole, vendía sopitos, café y ceviche o ensalada de nopal, lo que podía, hacía tostadas, en seguida puse la tiendita pero antes jugos y eso, madrugábamos a las 5 am ya estábamos vendiendo".
"Hacíamos muchos pantalones, camisas, cuando salían en septiembre de reinas les hacía vestidos y todo y caminé con suerte en este pueblito".
Y aunque tuvo la oportunidad de trabajar de manera profesional en un cargo público, le pedían de requisito terminar sus estudios, sin embargo, las circunstancias no fueron las idóneas para que Ester estudiara.
"Si tuviera estudios estaría pensionada, me mandaron llamar de Colima y me dijeron que sacara mi certificado de sexto y tendrá su pensión toda la vida, pero harta de chiquillos y mi marido no me apoyaba y tenía que ir a la escuela en la noche pues no".
Gracias a su trabajo, a su tenacidad y ejemplo de vida para muchas personas, Ester fue nominada a la mujer del año y será galardonada el próximo 8 de marzo. Aunque ella se muestra modesta ante la situación y asegura desconocer el motivo del distintivo.
"Quien sabe porqué se fijarían si soy una mujer ranchera que no sirve para nada, pero trabajadora, sí trabajé mucho desde que nos venimos de Jalisco".
"El pueblito para mí ha sido una chulada en mi enfermedad me visitó mucha gente y quiero a la gente como si fueran de mi familia y la gente la quiere mucho, si porque me visitaban en Colima cuando estaba malita".