Con 26 años trabajando en el oficio de bolero, Felipe de Jesús Estrada Álvarez reconoce que, lamentablemente, esta fuente de trabajo se ha ido perdiendo con el paso del tiempo y más durante este periodo de pandemia, pues de bolear más de 15 pares por día, actualmente solo llega a realizar entre 5 o 7 servicios. Asegura que la gente ya casi no bolea su calzado.
"En el aspecto del costo, cuando yo empecé a bolear costaba 7 pesos, luego ya la subimos a 10, 15 y ahorita está en 20 pesos, pero ha variado mucho porque ya la gente casi no se bolea; ya, pues los jóvenes, pues, traen tenis, traen huaraches, pero ya los que vienen a bolearse ya son casi pura persona mayor".
Reconoce que este periodo de contingencia ha sido difícil por la baja afluencia de personas en el centro, además de que ha resentido un aumento en los costos de los insumos que utiliza para asear el calzado.
"Pues aquí es como en el abarrote, hay de todo, este, hay veces que la gente anda regateando, hay veces que te da propina, hay personas que te dan lo justo, lo que es, los 20 pesos, pero sí hay gente que sí se le hace muy caro 20 pesos y pues yo creo que aquí estamos en el municipio que, en el aspecto de la boleada cobramos más barato aquí en Colima".
Para finalizar, Felipe reconoce que este oficio es fundamental en su vida diaria, y, afortunadamente, le ha permitido conocer a muchas personas que a diario lo visitan en el lugar que siempre ha ocupado en el jardín Núñez.
"Sí, sí, la verdad que sí vienen amigos aquí y se sientan a platicar, a pasar el rato, a veces aquí hasta, hasta desayuno con las personas que por aquí alrededor trabajan".