La ola de violencia que se vive en el estado de Colima ha cambiado la rutina diaria de la mayoría de los ciudadanos, desde los horarios de salidas hasta la forma de relacionarse.
"Cuando existe esta emoción tan intensa que no es momentánea como vivir asustados, vivir estresados en un largo periodo de tiempo también tiene un impacto no solo a nivel de salud mental sino también de salud física/ y lo vamos a ver desde no dormir bien, estar preocupados, nos vamos a empezar a enfermar en mayor medida".
Algunos mecanismos que los ciudadanos pueden adoptar para mitigar las afectaciones físicas, emocionales y de salud que les está generando la ola de violencia son los siguientes; realizar una introspección para identificar qué quiero y qué necesito y si requiero del apoyo de un profesional, tener iniciativa y atreverse a hacer actividades que te ayuden a salir del mal momento, independencia, es decir, dar el primer paso para iniciar una transformación, humor para buscar momentos o espacios de recreación, la capacidad de relacionarnos para fortalecer las redes de apoyo y la creatividad para salir fortalecidos de todo lo anterior.
"Sobre todo la parte del trabajo o del bienestar comunitario, aprender a hacer comunidad que no estamos solos y reconocer cómo nos está impactando, a lo mejor a nosotros nos toca ser la parte fuerte de la familia los que estamos ahí haciendo frente a esta situación y es normal que nos sintamos cansados".