La austeridad emprendida por el gobierno de México sigue provocando un impacto negativo en los derechos de los consumidores del estado de Colima, pues para presentar una queja presencial ante la Procuraduría Federal del Consumidor, los ciudadanos tendrían que trasladarse a Tlaquepaque, Jalisco.
Para ello, los consumidores desde la capital colimense tienen que invertir al menos seis horas de su tiempo y alrededor de 1 mil 500 pesos en automóvil particular, en caso de usar transporte público, el tiempo y costo aumentan.
Cuando se trasladan de Manzanillo, el costo de la gasolina incrementa a 1 mil 700 pesos en auto particular y el tiempo a ocho horas.
Por esta razón, ciudadanos han desistido de presentar quejas por algún tipo de abuso por parte de las empresas, pues además de no contar con los tiempos ni el recurso, han referido a Meganoticias que, a través de la plataforma digital no han encontrado respuesta.
De acuerdo con la página oficial de PROFECO, la función de este organismo descentralizado es proteger y defender los derechos de los consumidores, generar una cultura de consumo responsable, proporcionar información oportuna, objetiva y útil para definir las compras e implementar métodos de atención rápida y accesible para la población a través de las tecnologías de la información, sin embargo, con esta la desaparición de PROFECO, se está violando la Ley Federal de Protección al Consumidor, la cual establece como obligación del estado, ofrecer protección a los consumidores bajo un mecanismo fácil, inmediato, así como un ente cercano a la gente.