El Payaso "Brillitos" tiene 36 años dedicándose a este oficio que comenzó casi como un "chiste" pues tenía amistades que se dedicaban a esta labor y lo fueron guiando.
"Todo empieza como un juego en mi vida, como payaso hace muchos años conocí a varios payasos y me llamaron la atención y empecé a trabajar como payaso, fuera del estado, en México, Toluca, Estado de México, en Colima tengo como 12 o 13 años".
A pesar de que acude por contratación a eventos infantiles y realiza actos de magia, a partir de la pandemia regresó a los semáforos como alguna vez lo hizo en sus inicios, pues la situación se tornó complicada y había que salir a delante, desde entonces, se le puede ver en los semáforos de la avenida María Ahumada de Gómez del municipio de Villa de Álvarez.
"Los malabares en el semáforo, traigo trucos de magia para los camiones, ando en las rutas, en los semáforos, ahorita en los restaurantes no me dejan vender globos pero la globoflexia la manejo muy bien también y vendía mucho en los restaurantes también".
Lo que más le gusta es entretener y divertir a chicos y grandes, generar sonrisas y hacerlos pasar un rato agradable después de un día de estrés por las actividades cotidianas, siempre con humor blanco, pues dijo, la mayoría de payasos ya utilizan doble sentido.
"Normalmente yo no uso la grosería, por eso me ves así pintado malabareando en la calle porque es un agrado para los niños, cooperen o no cooperen siempre tengo una sonrisa y un adiós para los niños, para la gente grande".
Dice que se trata de un oficio que ama, le ha permitido salir adelante, lo mantiene ágil por el ejercicio que realiza para sus shows y por eso, seguirá haciendo reír a las personas hasta que la vida y sus energías se lo permitan.