Hay que mirar a ambos lados, revisar que no vienen vehículos y correr, y eso no asegura que, en un instante, se logre evitar un auto que circula a gran velocidad.
Este problema va creciendo día con día y ya ha cobrado la vida personas; es la falta de seguridad y accesibilidad para los peatones en el tercer anillo periférico distribuido en Colima y Villa de Álvarez.
La señalización dice que la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora, la realidad, es que, en el tercer anillo periférico distribuido en Colima y Villa de Álvarez, los vehículos circulan a 80, 100, 120 o más kilómetros por hora.
Su diseño original fue planteado hace cerca de 20 años atrás, como una vialidad de acceso controlado, explica Jesús Ríos Aguilar, director del Instituto de Planeación para el Municipio de Colima.
"No está contemplado en el diseño original el darle una atención a las personas de a pie y a los ciclistas y al transporte urbano, básicamente era dar prioridad a los automóviles, ese fue el origen con que se diseñó esa vialidad".
Pero en la actualidad, todos los días decenas de personas se ven en la necesidad de cruzar caminando por esa vía en la que, en sus márgenes, tiene centros comerciales, restaurantes, oficinas, escuelas, y cada vez más fraccionamientos.
La actual Ley de Movilidad de Colima establece la siguiente pirámide: en el primer lugar de prioridad están las y los peatones; en el segundo, ciclistas, en el tercero, transporte público, en el cuarto, transporte de carga; y en el quinto, transporte particular.
En la realidad, los peatones tienen que caminar de una avenida a otra cerca de un kilómetro para llegar a un paso peatonal en el tercer anillo periférico, o tomar el único puente peatonal ubicado a la altura de la avenida Ignacio Sandoval, que, de acuerdo con urbanistas, ponen en desventaja a los peatones.
"El construir un puente peatonal, no favorece al peatón realmente, sigue favoreciendo al vehículo para que este tenga la vía expedita a su desplazamiento, hace que el peatón tenga que recorrer distancias adicionales tenga que subir a espacios no adecuados para él", añadió.
Los puentes peatonales también representan una zona de peligro, pues son elementos aislados, ajenos al movimiento normal de las personas y a menudo sin iluminación.
El planteamiento nacional, señala el especialista en movilidad, es eliminar los puentes peatonales y crear cruces seguros para las personas.
"Porque seguirle dando la facilidad al automóvil, eso nos hace que sigamos teniendo esos riesgos, que tengamos precedentes de estos lamentables hechos de personas fallecidas que lamentablemente el peatón es el elemento más vulnerable en este tipo de vialidades", sentenció.