Ante el impacto ambiental que generaría la planta de amoníaco y urea que proyecta su instalación en Cuyutlán, en Armería, el Instituto para el Medio Ambiente de Colima dictaminó que no es factible derivado a que en esa zona no puede existir una actividad industrial.
Por lo que el día miércoles 27 de septiembre envió dicha evaluación a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), tomando como base el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Colima.
"En este caso esa ficha del rompecabezas donde se quiere poner la planta de amoníaco y urea nos dice que la política es de agricultura y conservación, es por eso que no puede haber una industria instalada".
Las afectaciones serían directas a la Laguna de Cuyutlán, al manglar, a las zonas del polígono donde pretenden instalarse y sobre todo a los bancos pesqueros que se ubican en las costas colimenses.
"Entre esas una planta desalinizadora que se instalaría prácticamente al pie del mar, donde instalarían o crearían unos pozos playeros para sacar el agua salada, inyectarla a su planta, potabilizarla y mandarla a su sistema".
La planta contaría también con una línea de gasoducto, para realizar el proceso de excitación de moléculas junto con moléculas del agua y moléculas de aire para obtener el amoníaco, esto de acuerdo con la información técnica que se hizo llegar a Imades.
"En este sentido Semarnat se encuentra haciendo sus evaluaciones, entendemos que pidió información adicional, entonces está en espera a que la empresa haga llegar esta información adicional, sin embargo el proceso de evaluación continúa por parte de la Semarnat".
Señaló que los organismos federales que también darán su evaluación son la Agencia de Seguridad de Energía y Ambiente (ASEA) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).