Florentino Ramos Ávalos es agente de seguridad en el municipio de Colima, el jóven de 24 años de edad, califica su trabajo como noble y riesgoso a la vez.
"Es arriesgado, implica mucha labor física pero es una noble tarea, somos los encargados de la seguridad de la ciudadanía y que lleguen bien a casa".
Cada día, desde muy temprano Ramos Ávalos prepara su uniforme, se alista para salir y se mentaliza que tiene un horario de entrada pero no de salida, pues de repente suceden situaciones que te pueden retrasar la llegada a casa de forma momentánea o permanente.
"Yo entré a los 23 años y fue un golpe tremendo enfrentar mi realidad, no tenía ni idea de lo que era esta chamba, entras y desconoces totalmente como funciona el gobierno y a seguridad en sí misma, llevas muchos aprendizajes y te enseñas a respetar la vida muchas veces piensas que no te va a pasar cuando ves un accidente y se les hace fácil y cuando menos piensas ya te pasó un percance".
A diferencia de otras administraciones, Florentino reconoce que sus jefes han estado muy al tanto de las necesidades de los elementos de seguridad, y aunque por ser soltero considera que tiene un trabajo medianamente remunerado, podrían mejorarse las condiciones de los trabajadores.
"Todo se puede mejorar y no es un bajo sueldo pero todos tienen necesidad y cada quien cuenta cómo le va en la feria, yo no tengo hijos o alguna responsabilidad solo con mi mamá mi familia pero tendría que tener más responsabilidades para decirte si es bueno o malo".
Aunque admitió que a quienes ha escuchado quejarse por sus condiciones laborales son los elementos de seguridad estatal.