A pesar de que el acoso sexual callejero es una de las prácticas de violencia más extendidas en México, es denunciado solo por el 38.7 por ciento de mujeres víctimas de este tipo de violencia. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2016, los espacios públicos, las calles y el transporte son el segundo ámbito en donde mayor violencia sufre la mujer.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va del 2019 en el país se registran mil 604 denuncias por acoso sexual callejero. Mientras que, en Colima, en los últimos años no existen denuncias por este tipo de violencia, lo que evidencía que la mujer no tiene confianza en la autoridad. No obstante, de acuerdo a archivos periodísticos, el estado ocupa el quinto lugar nacional con la mayor incidencia de acoso sexual callejero, siendo Tecomán y Manzanillo los municipios que presentan números rojos.
Aunque algunas personas no asocian el acoso callejero con la violencia sexual, es importante conocer cómo funciona para erradicar esta práctica; los más comunes son: miradas insistentes, silbidos, susurros al oído, piropos, toqueteos y manoseos sorpresivos, actos de exhibicionismo o masturbación, saludos verbales y persecuciones.
Cabe señalar que desde febrero del 2018 la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad incorporar a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y que el acoso sexual callejero se considere un delito.